lunes, 11 de mayo de 2020

El brioche definitivo

Tras unos cuantos intentos creo que he tocado techo en la elaboración de mi pan brioche perfecto. 
Es súper esponjoso pero con una miga elástica que lo mantiene consistente. Tiene un punto ligeramente rústico en la corteza que da una sensación casi crujiente al cortarlo. Además, al aroma a mantequilla, canela y citricos se les une una sutil acidez de la masa madre que me rechifla. 
En definitiva, nunca me había sentido tan orgulloso de una elaboración mía. 
El secreto para dar finalmente en el clavo fue la incorporación de "roux de l'eau", también conocido como tang zhong y que es la base del famoso pan de Hokkaido. Choca un poco culturalmente encontrarse una receta de referencia para la elaboración del pan de origen asiático, paises a priori con tan poca tradición panadera. La historia tiene que ver con el fin de la Segunda Guerra Mundial y la condición impuesta a Japón de comprar los excedentes de trigo de EEUU. Esa situación hizo que bajara enormemente el precio de trigo, lo que sumado a la escasez de otros alimentos fruto de la guerra forzó a los japoneses a integrarlo en su dieta. Entonces nuestros amigos japos, que de sacar partido a los ingredientes y disfrutar comiendo saben mucho, hicieron su magia y nació el pan de Hokkaido. 

La técnica depurada consiste en cocer previamente la harina de trigo con agua. Este proceso hace que se produzca una gelificación de los almidones que contribuirá a almacenar mejor el agua. Tanto la historia de la receta como los detalles de los procesos que subyacen son muy curiosos e interesantes y os animo a googlear un poco, pero yo voy al lío y os cuento mi receta. 

Ingredientes
150g de masa madre al 100%
250g de harina normal
200g de leche entera
100g de mantequilla
100g de azúcar
2 huevos
Un palo de canela
Piel de naranja y limón

En primer lugar infusionamos la leche con la canela y las pieles llevandola a hervir. La dejamos fnfriar un poco y añadimos la mantequilla. Dejamos enfriar hasta los 65° y entonces añadimos 50g de la harina y renovemos hasta que le quede textura de papilla. Dejamos enfriar del todo. 
A continuación mezclamos todos los demás ingredientes y empezamos a amasar. 

Es una masa bastante líquida, cuesta un poco hacerse con ella al principio, pero evoluciona rápido y cuando empieza a crear membrana y a despegarse sóla de los dedos es muy satisfactorio. 
Yo estuve unos 30 minutos amasando con la técnica de Bertinet. 
Cuando la vemos suave y tersa la pasamos a un bowl aceitado y la dejamos un par de horas, hasta más o menos doblar su volumen. 

Entonces la formamos y la pasamos a un molde. Hay muchas formas de dejar un brioche bonito, yo opté pof hacer seis bolitas y distribuirlas en un recipiente redondo dejando una en el centro. 
Lo dejamos levar otro par de horas. 
Las bolitas se pegarán unas a otras y entonces lo pintamos con un poco de huevo y lo metemos al horno, 35 minutos a 180°, los primeros 25 minutos con vapor. 

El resultado es impresionante. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Pizza naranja

Por fin ya no da pereza encender el horno, así que ayer llegué a casa y me puse a amasar para cenar pizza. No lo tenía planificado así que improvisé los ingredientes. La masa la hice con un dado de levadura prensada, harina de trigo integral, un poco de ajo en polvo, orégano, sal y agua. En cantidades a ojímetro sobre la marcha. De ingredientes le puse una cebolla picada, zanahoria rallada (en tiras finas usando el pelador), unos trozos de queso de cabra, dos quesitos que tenía sueltos, pimiento del piquillo, orégano y un chorrito de aceite de oliva. Lo de la zanahoria fue una venada que me dió mirando lo que había en la nevera. Nunca había visto ni probado ninguna pizza con zanahoria, aunque evidentemente tenía que estar inventado y buscando por internés se encuentran recetas. La zanahoria queda bien, tierna y muy jugosa. Quizá me gustaría repetir la idea jugando más con el contraste del dulce de la zanahoria y un queso azul fuerte, tipo cabrales... quizá para la próxima.

lunes, 5 de marzo de 2012

Restos de harinas

200 g mm de centeno
150 g de harina de escanda (speltastur)
250 g de harina de trigo ecologico (carrefour)
50 g de harina de fuerza (aragonesa)
280 g de agua
10 g de sal


lunes, 20 de febrero de 2012

¡Más agua!

  • 200 g de masa madre de harina de maíz hidratada al 100% (Pravia)
  • 300 g de harina de trigo ecológica (Carrefour)
  • 125 g de harina de fuerza (Mercadona)
  • 260 g de agua (grifo)
  • 10 g de sal
3 h de 1ª y 3 de 2ª ambas sobre radiador.
12 min  flisfliseando agua a 225º y 25' a 200º, 5 min de secado con el horno apagado.

Muy buena miga, pocas veces ha salido más esponjoso y tierno, pero la corteza poco crujiente.
¿Poca cocción? ¿Necesita más flisflis? ¿Sobrefermentado?
Habrá que experimentar.

lunes, 13 de febrero de 2012

Pan de centeno integral



Esta semana me apetecía algo integral con sabor intenso y siguiendo una receta que tenía apuntada en un papel, que sinceramente no recuerdo de dónde saqué (¿madridtienemiga, el foro del pan...?), me marqué a este estupendo amiguete.

La receta es la que sigue:
  • 325 g de harina de trigo biológico
  • 175 g de harina de centeno integral
  • 300 g de agua del grifo
  • 200 g de masa madre de centeno al 100%
  • 13 g de sal
  • 3 g de azúcar
La idea del greñado en forma de espiga que queda tan chulo en las fotos la saqué de un vídeo de youtube que tampoco logro encontrar (hoy sí que estoy dando datos concisos, ¿eh?).
En cuanto a los tiempos, como siempre. Masa madre refrescando toda la noche, amasado por la mañana, 3 horas de 1ª fermentación, formado y  otras 3 horas de 2ª en el banetton. Luego al horno 15 minutos a 220 fumigando cada 2/3 y 30 más sin fumigar a 200.

Al mismo tiempo, hice un pan de molde también con centeno integral y cometí el error de hornear el de molde en segundo lugar, con lo que, para que no se me enfriase el horno no dejé secar el primero y se nota bastante esa ausencia de secado en el acabado de la corteza. Si lo hubiese hecho al revés, dado que el de molde no necesita secado hubiese salido mejor.
Algo he aprendido para la próxima.

Por lo demás, el pan quedó muy bueno (aunque mejorable por lo de la corteza), especialmente aromático y sabroso y una de las presencias más logradas que he conseguido.

jueves, 9 de febrero de 2012

Pan de sidra y maiz

Para estrenar el Banetton alargado preparé un pan también nuevo y de elaboración propia, con masa madre de maiz e hidratado con sidra.
  • 200 g de masa madre de harina de maiz hidratada (con agua) al 100%
  • 300 g de harina de trigo ecológica
  • 125 g de harina de fuerza
  • 240 g de sidra asturiana
  • 10 g de sal
 La masa madre la preparé la noche anterior, a la mañana siguiente amasé y lo dejé fermentar un par de horas. La masa era algo durita pero manejable y poco pegajosa.
Estuvo hasta la noche (unas 9 horas) retardando en la nevera y luego lo saqué, reposó como media hora, formé el batón y a descansar al banetton como dos horas y media o tres.
Lo saqué del banetton, le hice cuatro cortes con la cuchilla y entró al horno, 15 minutos a 225º fumigando con agua y luego 30 minutos a 200. Secado de 5 minutos con la puerta del horno abierta.

Como se puede ver en la foto, el formado no lo hice especialmente bien y se abrió por la base. Era la primera vez que formaba un batón que no se fuese al molde y creo que rompí el gluten en los laterales largos de la base por tensar demasiado o quizá simplemente porque no lo dejé templar lo suficiente al salir de la nevera antes de formarlo y el glúten no había recuperado toda la elasticidad.

La masa madre de maiz contribuye a lograr una corteza muy crujiente y un precioso colorcito amarillo en la miga. En cuanto a la sidra, no se nota demasiado en general, pero sí se aprecia su acidez contrastando con el toque dulce del maíz en algún bocado.

lunes, 23 de enero de 2012

Pan de molde

Siguiendo la receta de en Madrid Tiene Miga con algunas modificaciones (no utilicé levadura industrial) he preparado mi primer pan de molde:
  • 200 g de masa madre al 100% 
  • 140 g de leche 
  • 34 g de mantequilla 
  • 17 g de azúcar
  • 300 g de harina de fuerza
  • 6 g de sal
La masa madre la refresqué con harina blanca de trigo y leche (entera). Añadí todos los ingredientes salvo la sal y mezclé bien con las manos. Calentar un poquito la mantequilla en el micro para quitarle el frío de la nevera ayuda a que se mezcle con más facilidad. Unos 20 minutos de reposo y añadí la sal y empecé a amasar. Era una masa bastante dura pero fácil de amasar porque no se pega mucho... una masa ideal para cuando estás de mala leche porque hay que darle con fuerza pero no es caprichosa.

En cuanto a los tiempos, al no ponerle levaduras adicionales le dejé más tiempo que en la receta original, unas 6 horas y media, de primera fermentación en una fuente con aceite. Después de eso, se saca, se desgasifica y se forma el batón. Forramos el molde con papel de horno y lo puse a fermentar de nuevo unas dos horas y media.

Después se va al horno, 15 minutos a 200º vaporizando cada 2/3 minutos y luego 20 minutos un poco más bajo, como a 190º. Como no queremos generar corteza crujiente, no lo dejamos secar con la puerta del horno abierta.

El resultado es un olorcito a Brioche en toda la casa maravilloso. Es más denso que un pan de molde comprado pero muy esponjoso (para nada mazacote).
Lo desayunamos para celebrar el cumpleaños de Estela untado con Nutella.